sábado, 29 de septiembre de 2018

EMOCREAMOS NUESTROS PROPIOS JUEGOS

"EMOCREAMOS" NUESTROS PROPIOS JUEGOS
El alumnado de 4ºA tuvo una sesión de juegos en la que debían inventar sus propias normas, modificar las normas de juegos tradicionales e incluso emplear otros recursos del aula para complementarlos. Crearon unos juegos realmente fantásticos. ¡Enhorabuena por vuestra enorme creatividad!





viernes, 21 de septiembre de 2018

LAS GAFAS DISTORSIONADORAS

LAS GAFAS DISTORSIONADORAS

¡Bienvenidos al curso 2018-2019! Arrancamos este nuevo año académico en Emocrea con el juego de "Las Gafas Distorsionadoras", unas gafas que, cuando te las pones, ves todo muy distorsionado. El reto consiste en dibujar algo asignado en tan solo 1 minuto y con las gafas distorsionadoras puestas. ¡Un reto difícil aunque MUY DIVERTIDO!

Una tarta de cumpleaños


Un sombrero


Un castillo

miércoles, 19 de septiembre de 2018

CUENTOS ESCRITOS EN 5 MINUTOS


CUENTOS ESCRITOS EN 5 MINUTOS

Cuento escrito por Aimar Santana, de 6ºA


13 de Marzo de 2000

En una misión a las afueras de Nueva York...

Ahí estaba yo en mi misión encubierta como superhéroe. En un sitio demencial, caótico y monstruoso, una prisión llamada "COLEGIO".

Era un sitio donde torturaban a los niños con mil y un dictados y más de cien operaciones trucadas, o al menos para mí,  porque no me salía ni una.

Cuando menos me lo esperaba, apareció  el jefe del "COLEGIO". Un gigantesco hombre capaz de partir una mosca con su mirada penetrante. Su aura era tan oscura como la noche. Sin embargo, decidí no atacar en ese momento. Antes tenía que pensar un plan, así que aguanté un día de torturas en ese "COLEGIO". 

Había canchas pero estaban malditas porque cualquier niño que entraba en el terreno de juego se enfadaba de una forma aunque no jugué porque tenía un miedo tremendo y además tenía que idear un plan. De repente, sentí un aura más blanca que una osa polar vestida de novia. Era la profesora, pero lástima que estaba controlada por aquel gigante.Tuve la oportunidad de encestar un golpe crítico a aquel gigante y así lo hice. Sentí un estruendo en el suelo y eran los niños de mediación. Rápidamente con mi supervelocidad los atrapé con una soga.

Entonces vino el director a por mí. El combate estuvo muy reñido entre sus letras perfectas y mis números que dibujaba mal. Se enfadó tanto que se desintegró. 

Al final, todo salió bien. Las almas de las personas inocentes fueron liberadas y Aimar fue premiado como el niño más valiente del mundo.